El resfriado común, a veces denominado catarro, rinitis o coriza, es una infección provocada por diferentes virus. Tras un corto período de incubación (de 1 a 3 días) la persona nota síntomas como congestión nasal con secreción acuosa, estornudos, dolor de garganta, tos, lagrimeo, voz ronca o discreto mallestar general. Aunque no es habitual, puede haber fiebre, aunque poco elevada. También puede notarse una ligera sensación de molestia en el oído.
Conforme pasan los días, la secreción nasal se vuelve más espesa e incluso se colorea, pero ello no significa que haya que tomar antibióticos. El proceso se cura espontáneamente en un periodo de entre 4 y 10 días. No hay tratamientos que permitan acortarlo, por lo que conviene armarse de paciencia. Los síntomas remiten poco a poco. A veces persiste durante un tiempo una molesta tos seca, con o sin picor de garganta asociado, que aparece especialmente por la noche.
Aunque no es lo normal, un resfriado común puede complicarse con una otitis media o con una sinusitis. En el caso de la otitis media, a los síntomas del resfriado hay que añadirles dolor de oído y disminución de la audición. Puede haber supuración por el oído y aparición de fiebre. En el caso de la sinusitis (inflamación de los senos paranasales), se mantienen la congestión y la mucosidad nasal y suele aparecer dolor de cabeza. También puede acompañarse de fiebre. Es raro que haya otras complicaciones del resfriado común.
Realizar lavados nasales con suero salino fisiológico o inhalar agua de vapor son remedios sencillos que pueden ser útiles para descongestionar las fosas nasales.
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