Instalada en dependencias anejas a la Casa de Cervantes propiedad del Ministerio de Cultura, la Institución fue creada el 28 de octubre de 1779 como Academia de Matemáticas y Dibujo, colocándose bajo la advocación de la Purísima Concepción. Las constituciones fueron aprobadas por Real Cédula de Carlos III el 16 de febrero de 1783, pero fue Carlos IVquien en 1802 concedió a la Academia de la Purísima Concepción similares privilegios a los poseídos por las Academias de Valencia y Zaragoza.
Ha sido la Academia tronco común de entidades como los Museos Nacional de Escultura y de Arqueología, Comisión Provincial de Monumentos, Escuela de Artes y Oficios y Conservatorio de Música.
Los fondos musísticos que posee la Real Academia proceden, en su mayor parte, de los concursos que organizó a partir de 1863 con los cuales pensó formar una galería de artistas contemporáneos que pusiera de manifiesto la utilidad de la Institución y los progresos del alumnado sobre el que impartían enseñanzas los propios académicos. Posteriormente recibió diversos depósitos del Museo Nacional del Prado y los propios académicos incrementaron la colección con donaciones o con obras que entregan, si son artistas, coleccionistas o mecenas, el día de su ingreso en la Corporación.
En las once salas de que dispone el Museo, la colección se ha distribuído con el criterio de exhibir las obras que presenten alguna relación entre sí, dedicando varias salas a las distintas secciones que integran la Real Institución: Arquitectura, Escultura, Música y Pintura.
La Historia de la Academia se encuentra resumida en los objetos, manuscritos y libros que se muestran en una vitrina y el recuerdo de los primeros directores se evoca mediante el retrato de D. Pedro González Martínez pintado por Valentín Carderera (1796-1880). Varios planos y proyectos de edificios realizados como ejercicios académicos por diversos alumnos, así como los retratos de los arquitectos D. Pedro García González (f. 1832), pintado al pastel por Pedro González Martínez, y D. José Fernández Sierra (f. 1882), original de J. Martí y Monsó recuerdan las enseñanzas que para obtener el título de maestros de obras se impartieron duerante el siglo XIX.
En las salas dedicadas a la Escultura se reúnen exclusivamene las piezas más interesantes. Unas las presentarion a concurso Aurelio Rodríguez Carretero, autor del grupo "Fraternidad" (1884) y del busto de Juan Bravo (1886), Dionisio Pastor Valsero, al que le pertenece entre otras La vuelta de la pesca (1888), o Darío Chicote, que modeló la titulada ¿Será aquél? (1890); y otras fueron entregadas por los propios artistas, conservándose originales de Agel Díaz (Goya, 1895), Mariano Benlliure (Mi nieto), Ramón Núñez, José Cilleruelo, Antonio Vaquero y Luis Jaime Martínez del Río.
La sección de Música está representada por varias punturas que ofrecen alusiones musicales en sus temas: La visita de días, de Isidro González García-Valladolid, El afinador de planos (1878) de Mario Viani y La hoguera (?) de Pedro Anca, mientras que una escultura de Ignacio Gallo recuerda al violinista vallisoletano Julián Jiménez (1912).
La de Pintura es la sección mejor representada, ya que se exhiben obras antiguas como el retrato pintado por Casado del Alisal o de antiguos alumnos de la Academia tales como Manuel Fernández Marcos (Paisaje de los alrededores de Villalba), Gabriel Osmundo Gómez (Viva la Virgen!, 1886), Mariano Lafuente Cortigo (Marinas), Silvio Fernández, Marcelina Poncela, Mario Viani, Victoriano Chicote o Joaquín Roca y cuadros de recepción de los académicos Luciano Sánchez Santarén, Eduardo García Benito, Pedro Collado, Valentín Orejas, Aurelio García Lesmes, Sinforiano del Toro, Maffei, y originales de los actuales numerarios Mercedes del Val Trouillhet, Luis Vivero, Félix Cano y Adolfo Saravia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario