Dolor cervical. ¿Qué se puede hacer?

Si padece dolores cervicales con frecuencia, procure no hacer movimientos bruscos o forzados de cuello y nuca. Evite las posturas estáticas en el trabajo: cambie a menudo de posición y haga pausas frecuentes. No use almohadas altas y no se exponga a corrientes fuertes de aire frío.

Si trabaja frente a ordenadores o pantallas de visualización de datos, la adopción de medidas preventivas en el trabajo es fundamental. Mantenga la espalda recta y en paralelo al respaldo, evitando recostarse sobre la silla. Los ojos deben estar a una altura ligeramente por encima de la pantalla, a una distancia de unos 50 cm., y el teclado debe ser independiente y, si es posible, ergonómico.

Aunque en la mayoría de los casos el dolor cervical no se debe a una dolencia grave, siempre hay que consultar al médico si es persistente. Debe ser el médico quien decida qué tratamiento es el más aconsejable, dentro de las diversas posibilidades existentes (tratamiento farmacológico con analgésico y antiinflamatorios, fisioterapia, etc.),en función de la causa concreta y de las circunstancias de cada paciente.

Acuda con urgencia al médico si el dolor cervical se acompaña de rigidez de nuca, fiebre elevada, náuseas y vómitos, somnolencia, confusión o presencia de petequias (pequeñas manchas o puntos rojos en la piel), en cuyo caso deberá valorarse la posibilidad de una meningitis. También si el dolor y la rigidez de nuca son muy intensos y aparecen súbitamente, sobre todo durante la realización de un esfuerzo físico, en ese caso podría tratarse de una hemorragia subaracnoidea.