La gastroenteritis.

La gastroenteritis, en sentido estricto, es la inflamación de la mucosa del tubo digestivo por diversas casas. En la práctica, este término designa las infecciones agudas del tubo digestivo, cuya principal manifestación clínica es la diarrea, acompañada con frecuencia de náuseas y vómitos. Son procesos muy frecuentes entre los adultos y, especialmente, entre los lactantes y los niños.

Al existir múltiples causas posibles de gastroenteritis, el carácter de sus manifestaciones puede, logicamente, variar. La diarrea sanguinolenta, la fiebre elevada o el mal estado general deben hacer pensar en una mayor gravedad del caso.

En los países desarrollados, las causas habituales de la gastroenteritis son las bacterias (Campylobacter jejuni, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Salmonella, Shigella, etc.) y los virus (rotavirus, virus Norwalk, etc.). En algunos casos, puede ser producida por parásitos, como la Giarda lamblia.

La inmensa mayoría de los microorganismos causantes de gastroenteritis acceden al tubo digestivo por vía oral, bien por contacto personal, bien como consecuencia de una infección alimentaria. En el caso de los lactantes y los niños pequeños, debido a la inmadurez de su sistema inmunitario, la gastroenteritis es un proceso muy común, generalmente producido por virus, que además suelen ser muy contagiosos y pueden propagarse de forma epidémica.

En ocasiones la gastroenteritis surge después de haber ingerido previamente un alimento sometido a malas condiciones de conservación o manipulación, agua contaminada, frutas o verduras lavadas con agua contaminada, etc. De ahí que se use a veces el término "infección alimentaria" o "toxiinfección alimentaria".

Es bastante propio y frecuente en los turistas, especialmente en aquellos que viajan a regiones del mundo poco desarrolladas, sufrir la llamada "diarrea del viajero", una gastreenteritis causada generalmente por bacterias que contaminan las aguas locales. Se trata de un proceso benigno que en la mayor parte de los casos se cura espontáneamente al cabo de unos pocos días.

En nuestro medio, la mayor parte de las gastroenteritis se resuelven sin secuelas al cabo de unos días. Su gran riesgo, especialmente en lactantes, niños y ancianos, es la deshidratación debida a la diarrea y a los vómitos, por lo cual hay que estar especialmente atento en estos casos. Sin embargo, a nivel mundial, la gastroenteritis son una causa importante de mortalidad. En algunos paises subdesarrollados los procesos diarreicos agudos suponen, de hecho, más de la mitad de la mortalidad infantil.