Depresión. Sus causas.

La depresión puede estar desencadenada por circunstancias especiales, como la pérdida de un ser querido, un despido, un problema económico o incluso una situación de estrés mantenida en el tiempo. Se habla entonces de depresión reactiva. Otras veces, sin embargo, no hay desencadenantes aparentes: se trataría entonces de depresión endógena.

La depresión es mucho más que un simple sentimiento de tristeza, más o menos motivado. Es una auténtica enfermedad bajo la que, en muchos casos, subyace un desequilibrio en los neurotransmisores cerebrales, que son las sustancias químicas que actúan como mensajeros entre las células de nuestro cerebro. En concreto, parece que la disminución de las monoanimas (una familia de neurotransmisores) en ciertos puntos del cerebro está en la base de la mayoría de los cuadros depresivos. Este sustrato orgánico de la depresión explica en parte la existencia de una clara predisposición genética a padecerla.

Una forma específica de depresión es la llamada depresión postparto, que se presenta en mujeres que han dado a luz recientemente.