Bulto en la mama. ¿Qué se puede hacer?

Ante la presencia de cualquier bulto, nódulo o anormalidad en la mama siempre hay que consultar al médico sin demora. La sola idea de que el bulto puede ser maligno asusta y puede retraer de acudir al médico, pro precisamente es en este caso cuando es fundamental disponer del diagnóstico lo antes posible. El médico procederá a un examen físico y, sin confirma la presencia de cualquier anormalidad, solicitará otras pruebas más específicas, como una mamografía, una ecografía o una punción del nódulo.

Si se trata de una tumoración benigna no suele ser necesario ningún tratamiento especial, salvo que crezca demasiado y genere molestias debido a su volumen. Si existen dudas respecto a la posibilidad de que se trate de un cáncer, se procederá a su extirpación y biopsia.

Por lo que se refiere al cáncer, la evolución depende del desarrollo que haya alcanzado en el momento del diagnóstico. Si está limitado a la mama, las posibilidades de curación son prácticamente seguras con un tratamiento adecuado. El pronóstico empeora si las células tumorales han invadido otros tejidos fuera de la mama y, sobre todo, si han conseguido migrar a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o de la circulación saguínea (metástasis).

Además de las implicaciones físicas, enfrentarse a un diagnóstico de cáncer de mama es una conmoción cuyas consecuencias psicosociales no deben pasarse por alto. Además del golpe que supone cualquier diagnóstico de cáncer, la mama es el símbolo de la feminidad, de la sexualidad y de la maternidad por excelencia. Las mujeres, además del miedo a la muerte, sufren el miedo a la mutilación. Suelen reaccionar con angustia, y desarrollan con frecuencia depresión. Puede considersarse que estas circunstancias forman parte del proceso de aceptación normal, pero si son acentuadas o persisten durante demasiado tiempo deben ser tratadas independientemente. Es de vital importancia gozar además del apoyo del entorno, de la pareja y del equipo médico.

Hoy día disponemos de una excelente herramienta para el diagnóstico temprano del cáncer de mama: la realización de mamografías. Eso sí, aunque hay campañas de detección precoz, la mamografía no debe hacerse con más periodicidad de la necesaria, pues su abuso sólo supone un suministro innecesario de irradiación al organismo. Su médico o ginecólogo será mejor quien mejor le informe de la conveniencia o no de realizarla según el caso.

Además, y no "en lugar de", usted puede aumentar sus posibilidades de detectar precozmente un posible cáncer de mama realizándose todos los meses una autoexploración mamaria, preferiblemente unos días después de la regla.