Es importante tener una técnica adecuada y llevarlo a cabo con minuciosidad, siempre en el mismo orden para no olvidar ninguna zona. En caso de duda, solicite a su dentista que le instruya. A continuación, enumeramos una serie de recomendaciones:
- Use un cepillo que no dañe las encías: una dureza mediana es buena para casi todo el mundo.
- Sustitúyalo cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas empiezan a deformarse.
- Hágalo no más tarde de 20 minutos después de haber comido.
- Emple el tiempo suficiente (de 3 a 5 minutos).
- Una buena técnica es poner el cepillo al bies en la encía, con una inclinación de 45. Se ejerce una ligera presión sobre el cepillo, y con un movimiento giratorio de la muñeca, se va deslizando desde la encía hasta los dientes. Hágalo de forma sistemática, diente por diente, tanto por la cara externa como por la interna.
Una buena alternativa es el uso de cepillos eléctricos, especialmente en personas que manejan con dificultad el cepillo de dientes convencional o no pueden mover el brazo.
En el caso de los niños, lo ideal es que los dientes se limpien desde el momento de su aparición con un cepillo de cerdas suaves. Cuando el niño empieza imitar todo lo que ve (a partir de los 2 años), puede aprovecharse para iniciarle en el cepillado e inculcarle la responsabilidad de hacerlo después de cada comida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario