La piel de la cabeza (o cuero cabelludo) está recubierta por unos 100.000 folículos pilosos en los que crece el pelo que conforma nuestro cabello, que se renueva continuamente. Con la edad, disminuye la densidad y el tamaño de los folículos pilosos, aunque no en todo el mundo por igual, existe una indudable predisposición genética.
Cuando el proceso de renovación normal del cabello se altera, bien porque el rítmo de pérdida del cabello se acelera o bien porque se ralentiza su formación, la caída del cabello (alopecia) se hace evidente.
Curiosidad. Cada día perdemos entre 50 y 200 cabellos. Dicha pérdida forma parte de su proceso normal de renovación.
El cambio de apariencia física que supone la alopecia tiene en muchas personas implicaciones psicológicas: pérdida de autoestima, miedo a parecer más viejo, etc. Muchas de estas personas inician tratamientos que en la mayoría de los casos no sirven para nada.
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