Inclusión de personas con discapacidad

Señor director:

Con mucho dolor hemos recibido la noticia de la muerte de Robinson García, un joven de 20 años que tenía discapacidad mental y falleció el fin de semana en el Centro de Detención Santiago 1, en circunstancias que están siendo investigadas. Junto con solidarizar con su familia en estos difíciles momentos es fundamental reflexionar sobre lo ocurrido bajo una perspectiva de derechos en dos planos.

El primero se refiere a la vulneración de derechos que sufrió Robinsón y su familia, cuando el Estado chileno, a través de sus estamentos -en este caso un centro de detención y otro de salud- no protegió ni aseguró "el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad". La Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad es clara en esta materia y el Estado mantiene todavía brechas importantes respecto de los compromisos que adquirió en 2008.

El enfoque de la psiquiatría comunitaria implementado desde el año 2000 en Chile, plantea la importancia de "evitar toda forma de institucionalización reduciendo la hospitalización a un mínimo estricto y enfatizando la necesidad de que las personas con discapacidad mental se reintegren a sus contextos sociales y comunitarios". En ese sentido, si esta familia hubiera recibido el apoyo social adecuado y oportuno, sus posibilidades de cuidado y apoyo a Robinson le permitirían estar hoy en otra situación. Pero las políticas públicas y los recursos destinados en nuestro país son insuficientes para cubrir las necesidades de una población altamente vulnerable y diversa.

El segundo plano de reflexión se refiere a las trabas que provienen del entorno y a las propias barreras de actitud que como ciudadanos generamos a partir de la estigmatización y los mitos construidos sobre la discapacidad mental. En la medida que en la sociedad y las autoridades visualicen las oportunidades de inclusión para otras personas como Robinson, podemos dar sentido al dolor de su partida.