El Parlamento británico está debatiendo una ley para limitar en uno por ciento el tope anual que subieran hasta 2016 los beneficios sociales. Al tratarse de una cifra menor que la inflación, afectará negativamente a los ingresos de los sectores más pobres y vulnerables y de las personas con discapacidad.
Hasta ahora los incrementos en la ayuda social en el Reino Unido estaban ligados a la inflación, que en 2012 fue cercana al tres por ciento, mientras que el incremento salarial promedio de los empleados públicos fue del uno por ciento. El ministro de Trabajo y Pensiones, George Ian Duncan Smith, ha dicho que la medida intenta establecer un equilibrio que cierre "la creciente brecha" entre los incrementos en los beneficios sociales y en los salarios, y que se adopta con el fin de reducir el déficit público.
La organización Disability Rights, que trabaja por los derechos y la integración de las personas con discapacidad, ha alertado que una tercera parte de este colectivo ya vive bajo la línea de pobreza en el Reino Unido, y que la ley empobrecerá a miles de personas con discapacidad más. En un reciente comunicado (http://www.disabilityrightsuk.org/upratingbill.htm), Disability Rights ha informado que 991.000 personas con discapacidad recibían en 2012 la prestación de empleo y apoyo (ESA, Employment and Support Allowance) por ser incapaces de realizar cualquier actividad relacionada con el trabajo, y que la mayoría de estas personas perderá el equivalente a una rebanada de pan y un litro de leche por semana (87,65 libras por año), lo que representa una proporción significativa de los ingresos disponibles para un grupo ya muy empobrecido y desfavorecido de los ciudadanos del Reino Unido.
Disability Rights también ha argumentado que es inapropiado comparar los incrementos en los beneficios sociales con los incrementos en los salarios de los trabajadores del sector público (donde, por otra parte, las personas con discapacidad están sobrerrepresentadas), pues el salario médico en el sector público es de unas 28.000 libras anuales, mientras que el importe máximo anual de la ESA para una persona con discapacidad es de 5.436 libras. Además, ha recordado que el umbral de pobreza del Reino Unido para una persona que vive sola es de 119 libras por semana mientras que el pago máximo de la ESA para una persona con discapacidad es de 105,05 libras semanales, es decir, por debajo del umbral de pobreza, a pesar de los costos de vida más altos que las personas con discapacidad experimentan. La limitación al 1% en el incremento anual de los beneficios sociales podría exacerbar esta situación y dejar a las personas con discapacidad en una situación de pobreza aun más profunda.
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