La mayoría de quienes
eligen Barcelona para sus vacaciones de verano sueñan con sus maravillosas
playas bañadas por el mar Mediterráneo, que se extienden por más de 4
kilómetros a lo largo del litoral barcelonés. Pero la capital de Catalunya
puede ser el destino ideal para todo tipo de viajero, ya que sus atractivos
comprenden museos de relieve internacional, monumentos imperdibles, parques y
una variada programación de eventos.
En cuanto a las playas, una
de las más largas es la de San Sebastià, que es también una de las más antiguas
y frecuentada por los habitantes de la ciudad. Además de playas históricas,
como las de Sant Miquel y La Barceloneta, hay otras que beneficiaron de las
obras de recuperación que tuvieron lugar en los años Noventa, con motivo de los
Juegos Olímpicos. Algunos ejemplos son El Bogatell y la Mar Bella, situada a
levante del litoral. A todas las playas de Barcelona se puede llegar fácilmente
en bicicleta o utilizando los medios de transporte público. Además, hay una
amplia oferta de actividades para los amantes del deporte. En cuanto a oferta
de ocio, una de las mejores es la playa de Nova Icaria, que se encuentra cerca
del Puerto Olímpico: eligiendo esta playa se puede aprovechar de los numerosos
restaurantes, bares y locales de la zona.
Sin embargo, quienes se alojan en un apartamento cerca de la playa tendrán la oportunidad no solo de pasar días de descanso a orillas del mar, sino también de disfrutar de innumerables atractivos. Por ejemplo, son imperdibles las Golondrinas, es decir las embarcaciones turísticas que ofrecen paseos por el puerto: es una ocasión única para admirar la ciudad desde el mar. Otro imperdible es el Aquarium, uno de los mayores acuarios de Europa: situado en el Moll d’Espanya del Port Vell, es un centro lúdico y educativo donde se pueden descubrir las maravillas de las profundidades marinas, gracias a 11.000 animales marinos de 450 especies diferentes. En la zona del Port Vell se puede vivir otra experiencia única, subiendo al mirador del monumento a Colón, a 60 metros de altura, de donde se goza de impresionantes vistas de la ciudad.
No olvides visitar los parques de la ciudad: el
parque público por excelencia de Barcelona es el parque de la Ciutadella, que
fue diseñado en la segunda mitad del siglo XIX. Estos jardines públicos, que se
realizaron en el área donde Felipe V había ordenado construir una gran
fortaleza, conservan edificios y elementos de la época de la Exposición
Universal de 1888, como Castell dels tres Dragons, la cascada, el lago, el
Umbráculo y el Invernadero. Pero el área más verde de la ciudad es Montjuic:
además de parques y jardines, como el Jardín Botánico y los jardines
de Joan Brossa, en la zona se encuentran algunos de los museos más
importantes de Barcelona, como el Museo Nacional de Arte de Catalunya y la Fundación Miró.
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