Posee un agudo sentido de la vista que le permite distinguir una
abeja a aproximadamente veinte metros. Suele escrudiñar los alrededores desde una atalaya sobre la que se posa en busca de insectos. Cuando divisa alguno que pasa cerca, se lanza sobre el y lo pinza con el pico.
Sus presas preferidas son sobre todo
abejas, pero no le desagrada ningún otro insecto volador:
mariposas,
libélulas,
tábanos,
avispas y
abejorros. A estos últimos, una vez pinzados con el pico, los mata y después los golpea hasta que el aguijón se desprende para poderlos engullir.
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