En sí mismas este tipo de molestinas no son inquietantes, pero no por ello dejan de ser molestas. Evite las comidas copiosas. Procure comer despacio y masticar bien los alimentos, evitando en lo posible las bebidas gaseosas. Reparta adecuadamente su ingesta diaria: cinco tomas diarias, consistentes en tres comidas principales y dos tentempiés, es la pauta habitualmente recomedada. Procure identificar aquellos alimentos que le desencadenan molestias digestivas (sensación de hinchazón abdominal, ardor de estómago, flatulencia...) y reduzca su ingesta. El tabaco, el exceso de alcohol y café, las comidas grasas y los condimentos fuertes son poco aconsejables.
En muchos casos el estrés juega un papel fundamental como desencadenante de diversas molestias digestivas. Combatirlo le será sin duda de gran ayuda.
Ahora bien, si esta sensación no mejora a pesar de las modificaciones dietéticas, se hace habitual o se asocia a otros síntomas como dolor abdominal persistente o recurrente, vómitos, pérdida de peso, estreñimiento o diarrea, debe consultar con su médico.
Abusar de los alimentos grasos resultará perjudicial para una buena digestión. En cualquier caso, cada persona debe aprender a distinguir qué comidas le sientan peor para tratar de evitarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario