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jueves, 19 de abril de 2012

Náuseas y vómitos. Sus causas.

Tanto las náuseas como los vómitos sn síntomas frecuentes que pueden deberse a multitud de enfermedades y procesos. En la mayoría de los casos se deben a un problema digestivo, desde un simple empacho hasta una gastroenteritis, pasando por un cólico biliar.

Sólo a veces son la manifestación de un problema más serio, como una pancreatitis, una apendicitis o una obstrucción intestinal. En este último caso, si el contenido vomitado ha estado retenido durante un tiempo prolongado, puede tener un aspecto parecido al de las heces (vómito fecaloideo).

Cuando existe una hemorragia digestiva alta (debida, por ejemplo, a una úlcera gastroduodenal sangrante) el vómito puede contener sangre. Si es roja indica que el sangrado está activo; si aparece ennegrecida por el contacto con el ácido gástrico, con aspecto de "posos de café", indica una hemorragia reciente.

Entre las causas no digestivas más frecuentes o características de náuseas y vómitos destacan el vértigo, las migrañas, el uso de ciertos medicamentos (muy especialmente los agentes quimioterápicos que se usan en el tratamiento de muchas formas de cáncer), los cólicos nefríticos, los trastornos de la conducta alimentaria (como la anorexia y la bulimia), etc. La lista de todos los procesos que en un momento determinado pueden desencadenar náuseas y vómitos sería interminable.

Determinados procesos que suponen un aumento de la presión intracraneal, como un tumor cerebral o una meningitis, pueden producir el llamado vómito en escopetazo.

Se trata de un vómito explosivo e inesperado, que se expulsa violentamente como si se tratara de un proyectil.

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