Las casas principales que el Marqués de Astorga - don Pedro Alvarez de Osorio- poseía en la corredera de San Pablo (C/ Angustias) desde el último cuarto del siglo XV, fueron heredadas por su hija doña Constanza de Bazán Osorio, casada con Bernardino Pimentel, regidor de Valladolid y caballero de gran ascendencia en la vida local vallisoletana en la que jugó un papel importante a favor de Carlos I en las guerras de las Comunidades, por cuyos servicios sería recompensado en 1541 con el Marquesado de Távara. Siendo de su propiedad la Emperatriz Isabel alumbró el 21 de mayo de 1527 al príncipe heredero que reinaría con el título de Felipe II. Tres años más tarde la casa fue adquirida por don Juan Hurtado de Mendoza y doña María de Sarmiento, II Condes de Rivadavia, padres de doña María de Mendoza mujer de dos Francisco de los Cobos. El palacio pasó más tarde a los Marqueses de Camarasa y en 1875 lo adquirió la Diputación Provincial.
Fabricado con ladrillo salvo la esquina y la portada que son de piedra, en su ángulo se levanta una torre modificada en el siglo XVII. Su puerta de acceso se abre mediante arco carpanel siendo todavía góticos sus capiteles y baquetones. Lo más sobresaliente de su exterior es la ventana plateresca situada en la esquina del placio, con motivos escultóricos estrechamente relacionados con la manera de Diego de Siloe habiéndose de cifrar so cronología despues de 1530, año en que se colocaría el escudo de los Rivadavia. El patio columnado en sus cuatro lados presenta capiteles de tosca labra.
En su interior han sido instalados dos importantes artesonados, uno de planta casi cuadrada, procedente del Colegio de San Gregoriom de fines del siglo XV y el otro, también mudéjar y en forma de artesa, perteneció a la parroquia de Villafuerte de Esgueva.
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