El banquero vallisoletano Fabio Nelli de Espinosa, de ascendencia siensea, decidió en 1576 edificar una mansión en consonancia con su elevada fortuna, para lo cual encomendó la obra, aquel mismo año, a Juan González de la Lastra, uno de los canteros más activos por entonces. Sin embargo la construcción progresó muy lentamente y todavía en 1582, a la muerte de Lastra, el cantero Francisco de la Maza proyectaba el patio y la escalera principal de la vivienda, ocupándose siete años más tarde el arquitecto Diego de Praves en una traza para su fachada que sería realizada modificándola ligeramente, en 1594 por Pedro Mazuecos el Mozo.
La majestuosidad de la construcción se subraya mediante las dos torres, avanzadas con respecto al muro de la portada, siendo el diseño de ésta uno de los mas interesantes ejemplos locales de aceptación de los modelos propuestos por los tratadistas italianos. El escudo del Marqués de la Vega de Porras que remata la portada se colocó en el siglo XVII y en la fachada lateral una galería de arcos ciegos se adorna con mascarones manieristas.
Su patio ofrece corredores de dos pisos en tres de sus frentes, según costumbre frecuente en la arquitectura doméstica vallisoletana. Las arquerías, de medio punto, se alzan sobre columnas lisas de capiteles corintios, siendo lisos los medallones de sus enjutas. La escalera principal, de tipo claustral, pero de gran empaque conserva su excelente artesonado y tanto los primitivos zócalos de azulejería existentes en una de las salas bajas como la cubierta ovalada y avenerada, que cierra una habitación alta del palacio han sido respetados en la primorosa restauración que se efectuó en el edificio cuando fue adaptado para sede del Museo Arqueológico Provincial, función que desempeña desde 1968.
Los fondos museísticos no son excepcionales, pero la acertada y cuidada exposición así como la variedad de las colecciones lo convierten en una muestra didáctica permanente.
En sus salas bajas se exponen útiles del paleolítico y neolítico procedentes de los yacimientos de Manzanares (Madrid), Villabrágima y Arroyo de la Encomienda, habiéndose destinado otras salas para guardar la importante colección de recipientes de farmacia que pertenecieron a las boticas de Aniago y Villagarcía de Campos y diversos objetos de platería religiosa de muy variada cronología y origen.
La planta principal está dedicada a exhibir cerámica procedente del yacimiento vallisoletano de Soto de Medinilla, con céltico y celtibérico, diversos utensilios romanos -puntas de lanza, fíbulas, amuletos, etc.- así como una interesante serie de bustos y torsos de época igualmente romana entre los que cabe destacar por su belleza la escultura de la diosa Isis, fechada en el siglo III o el busto de varón, descubierto en Villalba de los Alcores, y que corresponde a un personaje de la época de Marco Aurelio. Sobresalen también los mosaicos procedentes de la Villa de Prado, especialmente el que representa a Diana y las cuatro Estaciones, compuesto en el siglo IV.
En las salas de la planta alta se han reunido fondos muy variados que abarcas desde piedas de la alta Edad Media, como objetos cerámicos, ladrillos visigodos, canecillos mozárabes, sepulcros antropomorfos, un soberbio pilar visigodo de mesa de altar, hasta obras más modernas, de los siglos XVI al XVIII, ordenadamente dispuestas y concibiendo ambientes museísticos, perfectamente diferenciados. Son muy interesantes las dos pinturas sobre tabla que representan escenas de la vida de San Ildefonso, originales del denominado Maestro de Segovia, del primer tercio del siglo XVI, así como otra pequeña pintura de la Virgen realizada dentro del círculo de Adrián Isembrandt y las cuatro pinturas, que proceden de Curiel de Duero pintadas por el Maestro de Osma en la primera década del siglo XVI. El salón noble se decora con ricos tapices lamencos y está presidido por un retrato del Cardenal Mendoza pintado a comienzos del siglo XVIII por el vallisoletano Manuel Peti.
Los fondos museísticos no son excepcionales, pero la acertada y cuidada exposición así como la variedad de las colecciones lo convierten en una muestra didáctica permanente.
En sus salas bajas se exponen útiles del paleolítico y neolítico procedentes de los yacimientos de Manzanares (Madrid), Villabrágima y Arroyo de la Encomienda, habiéndose destinado otras salas para guardar la importante colección de recipientes de farmacia que pertenecieron a las boticas de Aniago y Villagarcía de Campos y diversos objetos de platería religiosa de muy variada cronología y origen.
La planta principal está dedicada a exhibir cerámica procedente del yacimiento vallisoletano de Soto de Medinilla, con céltico y celtibérico, diversos utensilios romanos -puntas de lanza, fíbulas, amuletos, etc.- así como una interesante serie de bustos y torsos de época igualmente romana entre los que cabe destacar por su belleza la escultura de la diosa Isis, fechada en el siglo III o el busto de varón, descubierto en Villalba de los Alcores, y que corresponde a un personaje de la época de Marco Aurelio. Sobresalen también los mosaicos procedentes de la Villa de Prado, especialmente el que representa a Diana y las cuatro Estaciones, compuesto en el siglo IV.
En las salas de la planta alta se han reunido fondos muy variados que abarcas desde piedas de la alta Edad Media, como objetos cerámicos, ladrillos visigodos, canecillos mozárabes, sepulcros antropomorfos, un soberbio pilar visigodo de mesa de altar, hasta obras más modernas, de los siglos XVI al XVIII, ordenadamente dispuestas y concibiendo ambientes museísticos, perfectamente diferenciados. Son muy interesantes las dos pinturas sobre tabla que representan escenas de la vida de San Ildefonso, originales del denominado Maestro de Segovia, del primer tercio del siglo XVI, así como otra pequeña pintura de la Virgen realizada dentro del círculo de Adrián Isembrandt y las cuatro pinturas, que proceden de Curiel de Duero pintadas por el Maestro de Osma en la primera década del siglo XVI. El salón noble se decora con ricos tapices lamencos y está presidido por un retrato del Cardenal Mendoza pintado a comienzos del siglo XVIII por el vallisoletano Manuel Peti.
En una de las salas sobre las que se alzan los torreones de la fachada principal se ha dispuesto una buena colección de armas, llaves, arquetas, almireces y más tarros de botica, además de una pintura de San Francisco dando limosna, firmada por Felipe Gil de Mena, mientras que en la otra torre se guardan, entre otros objetos, una maqueta del antiguo monasterio de Nuestra Señor del Prado, hecha por don León Gil Palacios en 1827 y un buen retrato de caballero francés firmado por Pierre Jouffroy en 1773.
Las restantes salas del Museo están presididas por sendas pinturas al fresco. Una representa la Inmaculada y se considera próxima a Nicolás Francés y en la otra, que también procede de San Pablo de Peñafiel, se describen historias de la Magdalena y del Juicio Final, teniendo el interés de estar firmadas por un artista llamado Alfonso que las ejecutaría a comienzos del siglo XIV. De la segunda mitad del mismo siglo data una pequeña tabla con el tema de Quo Vadis de escuela catalana, y al primer cuarto del siglo XV corresponde la que figura a la Virgen con el Niño y donantes que se ha vinculado al llamado Maestro del obispo don Sancho de Rojas. Los fondos pictóricos se completan con cinco tablas del prolífico Antonio Vázquez, una formidable Adoración de los pastores atribuída al valenciano Vicente Macip y la tabla de la Imposición de la casilla a San Ildefonso, de fines del siglo XVI, original del vallisoletano Gregorio Martínez.
Entre las esculturas se pueden recordar varias Vírgenes del siglo XIII y un delicado Niño Jesús dormido sobre la calavera, obra renacentista de mediados del siglo XVI. Cabe también señalar un arcón de madera pintada, de fines del siglo XIII que contuvo el cuerpo del infante don Alfonso, hijo de la reina doña María de Molina y del que proceden los restos tejidos árabes que cubrieron su ataúd y en los que se puede leer la inscripción: "Loor y acatamiento a Dios...".
impresionante, gracias por la documentación que aquí exhibes, es lo mas bonito que he visto hasta la fecha.
ResponderEliminarfelicidades y un saludo para el blog.
Gracias por tu interés y me alegro que te guste mi blog.
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