Buscador

Búsqueda personalizada

martes, 22 de enero de 2013

Bajo peso. Sus causas.

La disminución de la grasa corporal y la consiguiente pérdida de peso es una consecuencia lógica de una ingesta de calorías inferior a las necesidades energéticas. Puede ser consecuencia de aquellas enfermedades o procesos que se acompañen de pérdida de apetito, náuseas y vómitos, diarrea o dificultad para tragar y de diversas enfermedades digestivas que provocan una malabsorción de los nutrientes, como la enfermedad celiaca, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

La pérdida de peso puede deberse también a enfermedades como la tuberculosis, el cáncer, el hipertiroidismo o la diabetes. La fiebre y las intevenciones querúrgicas pueden aumentar igualmente el consumo energético y provocar un pérdida de peso. Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa, son una causa importante de pérdida de peso en adolescentes y adultos jóvenes.

Hay que consultar al médico siempre que no exista una causa evidente, es decir, que no haya habido una disminución de la ingesta calórica (una dieta de adelgazamiento, por ejemplo) o pérdidas extraordinarias (si ha sufrido una gastrentiritis, por ejemplo). Debe considerarse grave una pérdida no justificada que sobrepasa el cinco por ciento del peso corporal inicial en un mes o el diez por ciento en dos meses.


Para reponer el peso perdido, el médico le orientará sobre cómo hacerlo a través de una alimentación adecuada. En algunos casos puede ser necesaria la prescripción de un suplemento alimentario.

En casos extremos de desnutrición puede estar indicada la colocación de una sonda nasogástrica, que permita la ingesta de alimentos predigeridos a través de un tubo estrecho que va desde la nariz hasta el estómago. En los casos en los que el aparato digestivo no está operativo, se administra una nutrición parenteral (a través de una vena).

No hay comentarios:

Publicar un comentario