Dificultad respiratoria. Sus causas.

Som múltiples. Nos referiremos a las más habituales.

La forma más repentina de disnea es la que se da en los casos de obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, como ocurre por ejemplo, al atragantarse con un trozo de comida. Otras causas de disnea aguda son una crisis asmática, una reacción alérgica que provoque un estrechamiento súbito de las vías respiratorias (broncoespasmo), una arritmia cardiaca, un infarto de miocardio, un neumotórax (cólapso súbito del pulmón debido a la entrada de aire en la cavidad torácica debido a un traumatismo penetrante), una embolia pulmonar, una neumonía o una crisis de ansiedad.

Entre las causas crónicas de disnea se pueden citar enfermedades pulmonares como la bronquitis crónica, el enfisema o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, así como todas aquellas enfermedades del corazón que conducen a una situación de insuficiencia cardiaca. En este último caso, el corazón es incapaz de bombear toda la sangre que le llega desde los pulmones danlugar a dos posibles fenomenos: la ortopnea (dificultad respiratoria cuando se está en posición tumbada, que obliga al paciente a permanecer sentado aunque esté en la cama) y la dinsea paroxística nocturna (episodios súbitas de dificultad respiratoria durante el sueño, que despiertan al enfermo y le obligan a sentarse o ponerse en pie).

Algunas enfermedades neuromusculares graves acaban por causar disnea debido a que, con el tiempo, producen debilidad de los músculos respiratorios. Una anemia severa también puede producir disnea, especialmente al hacer esfuerzos o una actividad física.

La disnea puede acompañarse de otros muchos síntomas, dependiendo de la causa: sibilancias o "pitos" (una crisis asmática o en una reacción alérgica que se acompañe de broncoespasmo), dolor torácico (en el infarto de miocardio), palpitaciones (en determinadas arritmias cardiacas), intensa sensación de angustia (al sufrir una crisis de ansiedad), etc.

Como curiosidad diremos que en reposo, una persona joven y sana inspira y espira unos 500 centímetros cúbicos de aire, aproximadamente 12 veces por minuto.