Es normal experimentar cansancio o fatiga después de una actividad intensa, física o psiquica. Se trata de una sensación fisiológica que transmite la necesidad que tiene nuestro cuerpo de recuperarse a través del descanso, la relajación o el sueño. El problema surge cuando la sensación de cansancio no obedece a una actividad concreta, es desproporcionada o se prolonga en el tiempo sin razón aparente.
El cansancio tiene una faceta física, que podria definirse como la imposibilidad de mantener adecuadamente el trabajo muscular, y una faceta psíquica, caracterizada por una reducción de la concentración y del rendimiento intelectual. Las personas describen el cansancio con términos muy variados: debilidad, rigidez o dolor muscular, falta de energía, embotamiento psíquico, problemas de concentración, etc.
El cansancio persistente que no obedece a una razón aparente representa un desafío para el médico, ya que se trata de un síntoma muy vago que puede deberse a una gran variedad de causas.
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