Procure no permanecer durante mucho tiempo en la misma postura,
especialmente con brazos o piernas flexionados para no comprimir los
nervios periféricos. Mientras está despierto o duerme normalmente, es
difícil que se produzcan lesiones nerviosas, puesto que en cuanto un
miembro comience a dormirse, su cerebro ordenará un cambio de postura.
Un caso distinto es el de la persona que está bajo los efectos de
somniferos, alcohol u otras drogas, o si está inconsciente, ya que puede
quedar inmóvil en la misma posición de forma prolongada (con la pierna
flexionada entre su cuerpo y una superficie dura), lo que puede dar
lugar a lesiones nerviosas importantes.
No dude en acudir al médico y consultarle cualquier pérdida de fuerza
que detecte en el brazo o en las piernas. Si se produce bruscamente, en
cuestión de segundos o minutos, acuda rápidamente a urgencias, puesto
que podría deberse a una accidente cerebrovascular. Vaya al médico
también de forma urgente si la debilidad aumenta en el curso de pocas
horas o se acompaña de otros síntomas como adormecimiento, alteración
del nivel de conciencia, dificultad para hablar, etc.
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