El síndrome del túnel carpiano

Se conoce con este nombre a un conjunto de síntomas debidos a la comprensión del nervio mediano a su paso por el túnel carpiano. El nervio mediano es uno de los grandes nervios del cuerpo, del que depende la inervación de varios músculos del brazo y de la mano y buena parte de la sensibilidad de la mano. El túnel o canal carpiano es el espacio que existe entre los huesos de la muñeca y el ligamento del carpo.

Se produce especialmente en mujeres de entre 30 y 50 años y suele deberse a la repetición de los movimientos de flexión y extensión de la muñeca, tal y como ocurre en determinados trabajos y actividades; también el embarazo y enfermedades como la diabetes o el hipotiroidismo, aunque a veces no se detecta ninguna causa específica.

Se manifiesta por el dolor en la mano y en la muñeca, que a veces puede irradiar hacia el antebrazo o acompañarse de una sensación de tumefacción en la mano y la muñeca, adormecimiento, pérdida de sensibilidad y parestesias en algunos dedos y parte de la palma. Los síntomas suelen agudizarse por la noche: en ocasiones la persona afectada se despierta y necesita sacudir o mover la mano para notar alivio. Puede afectar a una sola mano o ser bilateral.

El síndrome del túnel carpiano es un proceso frecuente que suele tener una evolución irregular, con épocas de mejoría y otras de empeoramiento. En los casos más graves puede llegar a producir debilidad y atrofia muscular. Una vez confirmado el diagnóstico mediante electromiografía, pueden utilizarse distintos tratamientos. En ciertos casos basta con seguir un tratamiento con analgésicos o con antiinflamatorios. En otros, hay que recurrir a infiltración con corticoides y al uso de una férula que mantenga la muñeca en la posición adecuada, sobre todo durante la noche. En los casos más severos es preciso recurrir a cirugía, con una intervención que reduce la presión en el ligamento del carpo y que no suele requerir hospitalización.