Existía como ermita en el siglo XIII y su categoría de parroquia no la alcanzó hasta 1375 habienod sido suprimida y agregada a la vecina de San Martín en 1812. El calificativo de "viejo" so la otorgó a fines del siglo XIV el licenciado Sancho Días de Leguizamo y su mujer diña Mencia de Esquivel, dueños de la casa conocida posteriormente como "casa del sol", dotaron la capilla mayor del templo. En 1583 el cantero Juan de Mazarredonda se encargó de su reconstrucción.
En 1599 don Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar, adquirió su patronato, a raíz de lo cual mandó labrar en 1601 a los canteros Juan de Celaya y Martín de Uriarte, el gran escudo nobiliario que cambia en el ábside exterior, reconstruyendo a mismo tiempo la iglesia.
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