Una causa bien conocida es la simple frotación. Por ejemplo, las ampollas que salen en las manos o en los pies por el roce de herramientas o calzado.
Hay diversas enfermedades producidas por virus que dan lugar a la aparición de ampollas o vesículas, como la varicela y el herpes zóster (ambos cuadros producidos por el mismo agente causal, el virus varicela-zóster) o los herpes labial y genital (producidos por los virus del herpes simple).
También pueden aparecer ampollas o vesículas en reacciones a medicamentos, picaduras, eccemas, quemaduras y lesiones por congelación.
Existen además, enfermedades primarias de la piel, de diferente gravedad y afortunadamente poco frecuentes, que se caracterizan precisamente por la aparición de ampollas, como el pénfigo, el penfigoide ampolloso, la dermatitis herpetiforme, etc.
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