Normalmente, el ataque de ciática es transitorio y se resuelve con tratamiento conservador. En fase aguda, el tratamiento consiste en reposo combinado con la toma de analgésicos o aintiinflamatorios (siempre preescritos por el médico) seguido de la oportuna fisioterapia.
Eso sí, si el nervio espinal permanece comprimido o lesionado de forma persistente, debido a alguna de las causas en la entrada siguiente, se acaba por producir atrofia y debilidad de los músculos correspondientes. En estos casos, el especialista deberá valorar la conveniencia de una intervención quirúrgica liberadora.
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