Dolor articular. ¿En qué consiste?

Por dolor articular entendemos el dolor que ocurre en alguna de las articulaciones del cuerpo. Para entenderlo adecuadamente, conviene conocer como es una articulación.

Las articulaciones son las estructuras que unen los huesos entre sí. Las hay fijas (como las que unen los huesos del cráneo) y móviles, que son las que facilitan el movimiento del cuerpo (la rodilla, por ejemplo). En este último caso, las superficies articulares de los huesos están recubiertas de cartílago hialino, una sustancia blanca y elástica que actúa como almohadilla y facilita la movilidad de la articulación.

La membrana sinovial, otro elemento de la articulación, es una capa que recubre el interior de la articulación, saltando del cartílago de un hueso a otro, y produce el líquido sinovial, que ocupa el espacio articular, alimenta a los cartílagos y evita su desgaste.

Por fuera de la cavidad articular se sitúan los ligamentos, estructuras fibrosas que se extienden de un hueso a otro y protegen la articulación, y los músculos, que se unen a los huesos a través de los tendones y cuya acción produce, en último término, la movilidad de la articulación. Alrededor de los tendones pueden existir también bolsas sinoviales (que contienen también líquido) que favorecen su deslizamiento y los protegen de roces.