Doce años por violar a una vecina que tiene una discapacidad psíquica

El agresor deberá pagar una indemnización de 12.000 euros a la joven, de 26 años.

La Audencia de Pontevedra acaba de condenar a Manuel Guerra Castro a doce años de prisión y el pago de una indemnización de doce mil euros por agredir sexualmente a una vecina. Esta joven, de 26 años, "padece un retraso mental moderado y tiene reconocida una minusvalía del 74%" por la Consellería de Asuntos Sociales, según refieren los magistrados.

En su sentencia sostienen que el ahora condenado, de 52 años, aprovechó que los padres de la agredida estaban realizando las faenas del campo para acudir a la vivienda en la que esta se encontraba y que está ubicada en la parroquia de Saa, en el municipio de Dozón. Era el 30 de julio de 2009 y el pontevedrés cerró con llave la puerta de la casa para, acto seguido, llevar a la víctima a una de las habitaciones. Allí fue donde, tras amordazarla y atarla, la forzó.

Los magistrados aluden a las declaraciones de los forenses que avalan la versión de esta última: "El relato aportado en la sesión de valoración cumple catorce criterios de contenido, tal como ocurre en las declaraciones creíbles". Además, y dadas sus facultades mentales, los psicólogos concluyeron que "no sería capaz por sí misma de realizar una elaboración tan completa y detallada de lo que ocurrió". En cualquier caso, esta resolución judicial no es firme, por lo que es recurrible en casación y apelación.