Hay aproximadamente 417 millones de usuarios de Whatsapp en el mundo y hasta la semana pasada era mi firme creencia de que su utiliza sobre todo para actividades sociales frívolas como los chistes de turno y diversos saludos de aniversario entre la familia y los amigos.
Todo esto cambió la semana pasada, cuando mi padre repentinamente sufrió un derrame cerebral y fue trasladado de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde ahora se recupera.
Desde ese día, el grupo de Whatsapp de mi familia se ha vuelto como un canal de noticias privado e interactivo.
Mi hermana, que está junto a la cama de mi padre en mi pais de origen, ofrece actualizaciones cada cuatro horas de su estado a todos nuestros parientes repartidos por todo el globo. A veces publica una foto del monitor que está en la habitación de mi padre, mostrando signos vitales como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia de saturación.
Esto permite a los médicos de nuestra familia que nos diga que está mejorando.
El grupo también permite a mis parientes ofrecer el aliento y reminiscencia, publicar fotos de la familia de tiempos más felices, sin ningún tipo de intrusión.
En estos tiempos difíciles, cuando un miembro de la familia se encuentra en la UCI, Whatsapp está proporcionando el toque sanador para toda la familia.
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