Consisteen una erosión de la muchosa que reviste interiormente el estómago o el duodeno, la primera proción del intestino delgado.
Durante años se ha pensado que la causa principal de la úlcera era el exceso de producción de ácido gástrico. Hoy sabemos que, aunque la acides gástrica tiene un papel indudable, sus causantes primarios son una bacteria llamada Helicobacter pylori y el uso, con frecuencia inadecuado, de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Existn otros factores que contribuyen al desencadenamiento de la úlcera, aunque su grado de implicación no está claro. Es más frecuente en fumadores (parece que el tabaco dificulta la cicatrización de la úlcera y reduce la eficacia del tratamiento) y en sujetos que presentan antecedentes familiares en primer grado. Los factores dietéticos o el estrés podrían tener alguna influencia, pero no de forma tan clara como habitualmente se piensa.
Suele manifestarse en forma de dolor, que puede llegar a ser muy intenso en el epigastrio e irradiarse hacia la espalda. Se suele manifestar más cuando el estómago está vacío y durante la noche (puede despertar al sujeto) y con frecuencia se alivia comiendo algo. No obstante, no siempre sigue este patrón. Cuando la úlcera es gástrica, puede empeorar con la ingesta de comida. Otros posibles síntomas son náuseas (con o sin vómitos), eructos frecuentes y ardor de estomago.
Entre las posibles complicaciones agudas de la úlcera gastroduodenal destaca la hemorragia digestiva y la perforación gástrica, potencialmente muy graves. En caso de hemorragia digestiva se puede llegar a expulsar sangre por la boca, bien en forma de sangre roja o de sangre ennegrecida por el contacto con el contenido gástrico ("vómito en poso de café"). También puede existir expulsión de sangre a través de las heces en forma de "melenas": heces de color negro y aspecto alquitranado.
En caso de perforación suele presentarse un dolor intensisimo, acompañado de malestar general.
Son varias las pruebas diagnosticas que se pueden realizar en caso de sospecha de úlcera gastroduodenal. una radiografía con papilla de bario o la medición de acidez del esófago (pHmetría). Pero sin duda, la exploración que más información aporta es la endoscopia oral o gastroscopia (examen directo del esófago, estómago y duodeno mediante la introducción de un tubo flexible que lleva una cámara en su extremo). Esta exploración permite también tomar una muestra de tejido (biopsia) y detectar si existe la bacteria Helicobacter pylori o no.
El tratamiento de úlcera gastroduodenal ha sufrido una gran transformación a lo largo de los últimos años. La terapia convencional consistía en el empleo de medicamentos que inhiben la secreción ácida, tratamiento que consigue porcentajes altos de cicatrización pero con frecuentes recaidas. Al revelarse como principal agente causal la bacteria Helicobacter pylori hoy día se recurre a la asociación de medicamentos antiulcerosos con aitibióticos, lo cual está dando resultados muy eficaces.
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