Se pueden compensar con facilidad estas ligeras pérdidas de memoria mediante distintas estrategias:
- Ponga mayor atención de forma intencionada en aquello que desea retener, concentrándose e interiorizando los detalles del acontecimiento, la conversación, el rostro o cualquier otro tipo de información. Por ejemplo, para recordar el nombre de una persona que acaba de conocer, repítalo varias veces durante la conversación, y déle, si es posible, un significado personal.
- Haga un resumen diario de lo que necesita memorizar, panificando el día cada mañana y escribiendo una lista.
- Utilice calendarios y notas adhesivas en lugares clave. Es especialmente útil disponer de una agenda en la que anotar tod aquello que considera importante y consultarla varias veces al día.
- Intente colocar los objetos que utiliza a diaro siempre en los mismos lugares.
- Utilice reglas o trocos mnemotécnicos. Si ha dejado su coche en la plaza 3A del aparcamiento, haga un esfuerzo momentáneo por memorizarla, imaginando por ejemplo tres grandes arañas encima del coche. Si desea recordar varios elementos de una lista, invente una historia en la que aparezcan de forma encadenada.
En cualquier caso, ante cualquier pérdida de memoria que provoque inquietud, consulte con el médico. Incluso las pérdidas de memoria realmente patológicas pueden tener otras causas distintas a las de una enfermedad de Alzheimer, como la toma de determinados medicamentos, alteraciones en la función de la glándula tiroides, la andiedad o la depresión, y muchos son perfectamente reversibles.
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