Consulte siempre al médico ante cualquier dolor abdominal persistente. La inspección física es especialmente importante en este caso, e incluirá siempre una palpación detallada del abdomen. En algunos casos, realizará además otras exploraciones, como un tacto rectal (exploración manual del recto que el médico lleva a cabo introduciendo uno de sus dedos a través del ano) o una exploración ginecológica. El médico determinará la necesidad o no de solicitar exploraciones complementarias.
Si el dolor abdominal es agudo e intenso, no dude en acudir a urgencias. En estos casos, lo prioritario es descatar la presencia de cualquier proceso que precise una intervención quirúrgica urgente (una apendicitis, una úlcera gastroduodenal perforada, una obstrucción intestinal, una hernia estrangulada, etc). La palpación abdominal por un médico o cirujano experto es determinante en estos casos ya que las pruebas complementarias son, en muchos de estos casos, poco fiables.
Lo mejor, en cualquier caso, es prevenir las causas del dolor abdominal hasta donde sea posible. Para ello, existen medidas sencillas a nuestro alcance: mantener una buena higiene, lavándose reglularmente las manos y evitando el consumo de aguas que no estén suficientemente depuradas y de alimentos que puedan estar contaminados por ellas, reduce el riesgo de transmisión de gastroentiritis. Asimismo, el hecho de adoptar hábitos saludables de vida y de alimentación contribuye a la prevención de estreñimiento, de los problemas digestivos e incluso de la úlcera gastroudenal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario