Fundado en 1441 por los monjes jerónimos, los Reyes Católicos, protectores de la Orden, ordenaron construirse un aposento en 1493 para su residencia al tiempo que se levantaba la primitiva en estilo gótico-mudéjar de la que tan sólo se han conservado algunos restos a los pies del templo. Bajo el reinado de Felipe III se efectuaron importantes obras de ampliación en el monasterio, momento al que corresponde el claustro procesional realizado por Francisco de Praves en 1611, que consta de dos cuerpos, organizados a base de pilares decorados con pilastras adosadas, de orden toscano y corintio y arcos de medio punto. El mismo arquitecto trabajó en las dependencias de la importante imprenta que poseyó el monasterio en la que se editaba la Bula de Cruzada.
La iglesia, actualmente arruinada, fue construida en 1673 por los arquitectos Nicolás Bueno y Cristóbal Jiménez. Constaba de una sola nave, muy larga, cubierta con bóveda de cañón y cúpula sobre cimborrio en el crucero. La espaciosa y en otro tiempo hermsa y reca sacristía, se construyó en el siglo XVIII y al mismo momento corresponde la escalera del convento, de tipo imperial que debió ser trazada como la espléndida portada principal, clásica por sus elementos pero barroca por su composición, por el arquitecto benedictino Fr. Pedro Martínez en 1726.
Después de la Desamortización se convirtió en presidio y hasta 1977 en hospital psiquiátrico. Las grandes dependencias del monasterio -posee tres claustros- están siendo rehabilitadas cuidadosamente para destinar el edificio a fines administrativos.
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