No existe ningún tratamiento curativo de las cataratas al margen de la intervención quirúrgica. Ahora bien, las cataratas son un proceso que en la gran mayoría de los casos evoluciona lentamente, de forma que los sucesivos cambios de lentes correctoras pueden mantener una visión adecuada durante bastante tiempo. Gracias a esto, muchos sujetos no llegarán, pues, a requerir cirugía.
Sin embargo, en aquellos casos en los que la catarata sigue avanzando, la pérdida visual llega a ser importante y afectar a la calidad de vida. Hoy día, además, y a diferencia de lo que ocurría hace años, gracias a unas técnicas quirúrgicas más perfeccionadas, la intervención puede tener lugar antes de que la catarata llegue a su grado extremo. La indicación de cirugía, por tanto, depende fundamentalmente de la alteración de la calidad de vida que las cataratas supongan a cada paciente concreto. Por otra parte, no conviene retrasar en exceso la cirugía si existe una indicación clara, ya que la intervención a una edad excesivamente avanzada presenta más riesgo de complicaciones.
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