En la gran mayoría de los casos las personas que ven mal de lejos presentan en realidad miopía, un defecto de refracción de la vista en el que los rayos luminosos que alcanzan la retinan forman la imagen por delante de ésta.
Como consecuencia, los miopes ven borrosos los objetos lejanos, lo que significa que deben llevar gafas o lentes de contacto para conducir, ver una película en el cine, descifrar el título de un libro situado en el estante superior de la librería, distinguir el número del autobús cuando todavía se encuentra lejos, etc. Los objetos cercanos son, en cambio, más nítidos, tanto que los miopes son generalmente capaces de escribir o leer perfectamente sin gafas.
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